«¿Cuál es tu color favorito?»
Esa fue la pregunta que Carlos Soto le hizo a su mejor amigo, Rafael Lira, una tarde de verano. Rafael se apartó del librero y observó a Carlos, perplejo, inseguro de cómo responder.
Nuestra historia empieza una mañana de sábado, con la motivación de Rafael de enseñarle los colores a Carlos, quien no los conocía en absoluto, ni a los animales, ni mucho menos su propio rostro. Quien nació con obstáculos extra, y quien le enseñará a ver el mundo desde otra perspectiva.