"Tengo mis propias normas, y todos deben seguirlas"
Maggie estaba convencida de que Mitch era un tipo arrogante y engreĂdo que se escondĂa tras la ropa de un hombre civilizado. Y Ă©l no iba a hacer nada por conseguir que su bellĂsima nueva secretaria cambiara de opiniĂłn.
Sin embargo, la intensa atracciĂłn que ambos sentĂan no sabĂa de tales falsedades. La dinĂĄmica Maggie estaba destinada a ser la amante de Mitch y, Ă©l, a hacer que el corazĂłn de ella ardiera de pasiĂłn. ÂżSerĂa Mitch capaz de romper su regla nĂșmero uno y dejar que la dulce Maggie lo domara?