Premio Nacional de Literatura 1955
Lorenzo trabaja de bedel en una escuela, mantiene a su madre, tiene las ideas muy claras sobre muchas cosas y en los ratos libres, y todos los domingos durante la temporada, va de caza. Contempla el mundo con su lĂșcida inteligencia de muchacho de pueblo y se cuenta a sĂ mismo las cosas que pasan sin pensar en la posteridad. Su existencia, aunque estrecha y humilde, estĂĄ tamizada por un optimismo beligerante y una clara conciencia de su dignidad. Frente a los sinsabores cotidianos estĂĄ siempre la caza, que le llena el alma de gozo âdesde la elecciĂłn de los cartuchos al regreso con las piezasâ incluso en los dĂas de fiasco.
Delibes consigue con Diario de un cazador âPremio Nacional de Literatura 1955â una obra extraordinaria, divertida âa menudo hilaranteâ y conmovedora, y convierte a Lorenzo en uno de los personajes mĂĄs intensos y mĂĄs de carne y hueso de la literatura española.