Alrededor de aquel antiguo pozo se tejieron muchas historias. Algunas, incluso, con mucha imaginaciĂłn colectiva.
Por mĂĄs que intentaron tapar su rĂșstica boca, de tiempo en tiempo, sigue apareciendo en la actual casa un atisbo de agua que emerge donde fue cerrado el pozo. Para Anna sĂłlo habĂa sido un depositario de sus penas, en el que enterraba profundamente todo lo malo.
QuizĂĄ hubo algo misterioso en ese tĂșnel lejano, hacia un abismo oscuro, que siempre la atrapaba cuando era pequeña.