Desplegando sus alas de viajero, Dror levanta el vuelo de su tierra, Israel, y, luego de recuperar la libertad, palabra que lo ha acompañado desde el momento en que sus padres la escogieron para que fuera su nombre, sale de su kibutz, soltando las ataduras que le impedĂan expresarse libremente; y, aunque teniendo sus bolsillos escasos de dinero, con su corazĂłn lleno de fe y esperanza emprende un viaje por dos continentes y once paĂses de Europa y SuramĂ©rica, encontrando, en cada uno de sus recorridos, la realidad oculta para muchos, pero revelada para quien, como Ă©l, se atreviĂł a ir mĂĄs allĂĄ, yendo hasta las entrañas de cada sociedad, experimentando desde la alegrĂa de hacer nuevos amigos y conocer otras culturas, hasta la lucha y el sufrimiento entre la vida y la muerte. Viaje en el que llena sus maletas de la riqueza descubierta en cada experiencia que lo va conduciendo hacia el retorno de sus orĂgenes, dĂĄndole de esta forma el sentido pleno a su existencia, cuyas raĂces se hallan en la historia mĂĄs remota del pueblo hebreo.