Elisabeth Lambert ama pintar. Le fascina el simple hecho de poder contemplar sus sentimientos en cada uno de sus cuadros. Ella aspira a ser artista, un sueño que le resulta inalcanzable. Sin embargo, Elisabeth no solo vive enamorada del arte. También vive enamorada de Dominique, su mejor amigo de la infancia. Este desaparece de la manera más efímera posible poco más de dos años de su vida. Elisabeth cree conocer a todas las personas que la rodean. Pero lo que no sabe es que, frente a ella, se encuentra la persona más enigmática que nunca antes había conocido.