Me arrastro por este mundo supuestamente real, buscando y encontrando la forma de continuar fraguando una verdad que se oculta y se transmite a través de las mentiras. No pretendo ocultarme en este mundo insomne, pues la verdad se oculta tras mi nombre. Crecí, evolucioné con el paso del tiempo y, sobre todo, plasmé en folios en blanco los sentimientos, los sentidos y su percepción. Recordé las derrotas de un ayer, olvidé las penas de los demás para dar paso a las mías y, después, comencé un camino, el maravilloso camino de la poesía dentro de mis propios fracasos. Y, ahora, te presento mis secretos, mis fraudulentas victorias y, sobre todo, mi alma en verso.<br>