En las últimas décadas ha sido tal el volumen de intervenciones urbanas al borde de agua que estos proyectos empiezan a construir un tipo de diseño en particular. Por ejemplo en Norteamérica funciona desde 1981 una organización para su promoción: el Waterfront Center (TWC), la cual realiza congresos y talleres, otorga premios y da apoyo a comunidades para intervenir los frentes de agua.
En general, estos proyectos han buscado incorporar a los espacios públicos de las ciudades, áreas en obsolescencia como instalaciones portuarias o fabriles y, en algunos casos, zonas amenazadas ambientalmente, con el fin de rescatarlas, revitalizarlas o protegerlas. Este fenómeno ha buscado responder por un lado a uno de los efectos de la globalización de la economía como es la relocalización de las industrias en el mundo, lo que ha tenido como efecto el abandono de muchas de las viejas áreas industriales urbanas, y por otro lado, dado el aumento de las preocupaciones ambientales, se ha llegado a una resignificación de los cuerpos de agua, no sólo como recurso natural, sino también como imagen y representación simbólica. Estos proyectos están asociados entonces a la construcción de nuevas imágenes y criterios de gestión e intervención, para los que la perspectiva de la calidad de vida se encuentra íntimamente asociada a la preocupación por el deterioro del medio ambiente tanto natural como urbano.