Para quienes están interesados en la sociología del derecho
no es ninguna novedad el protagonismo de lo que, por utilizar
una expresión habitual, podríamos llamar la "doctrina
italiana", que cuenta con revistas científicas y centros de investigación
de proyección internacional y cuyos trabajos son
bien conocidos, en concreto, en nuestro país1. Recientemente,
en el año 1987, se han publicado casi simultáneamente en
Italia dos libros destinados a obtener, a buen seguro, en mi
opinión, una influencia y un reconocimiento considerables,
dos obras de consulta obligada: el manual de sociología del
derecho del "inagotable" patriarca de la disciplina, el profesor
Treves2, y el libro que tengo el honor de presentar en estas
líneas para su versión castellana, obra del profesor Ferrari.
Aun cuando el título del libro parece anunciar un objetivo
bastante concreto, algo así como una monografía específica
sobre uno de los problemas de la sociología jurídica (problema
que, por otra parte, como señalaba su autor en la primera
edición del libro, es un tema central, una de esas cuestiones
que trazan la división de la doctrina en los últimos quince
años), la verdad es que su alcance rebasa, a mi juicio, incluso
el de un manual disciplinar -según podrá comprobar el
lector- por cuanto, a partir de la discusión general de los
conceptos fundamentales y los problemas
metodológicos de
la sociología del derecho, a propósito del análisis
funcional
(de acuerdo con la acertada imagen de Lazarsfeld con la
que comienza el capítulo primero), se llega a una revisión
del concepto de derecho, del sentido de las normas, instituciones,
operadores y conductas jurídicas, y de los fines que
se pretende que el derecho realice, cuestiones todas ellas
decisivas para la ciencia y la filosofía jurídica. En las líneas
que siguen trataré de avanzar, mediante algunas razones,
la mencionada conclusión.