. . .para escribir la historia de una persona, de una sociedad, de una Ă©poca hay que aceptar que los hechos del pasado como tales han caĂdo, por eso hay que revivir desde el lenguaje lo vivido. La intenciĂłn es restaurar lo olvidado y encontrarlo a travĂ©s de las huellas que dejaron. Escribir es dejar huellas en las arenas del tiempo.