Una polĂtica de separaciĂłn, una conmociĂłn territorial designa al vecino como enemigo, construye un nosotros contra ellos.
La caĂda de un imperio.
La persecuciĂłn de las minorĂas.
El trazado de fronteras fabrica miedo, diseña el terror.
PodrĂa tratase de este siglo. Pero no; todavĂa.
El Imperio Otomano, frente a un estado de derrumbe, traducĂa sus señorĂos en espacios nacionales, despoblando. Las marcas sobre el territorio niegan el vientre femenino armenio, se apropian de aquello que sostiene los cimientos de la ciudad nueva.
La palabra fiel, de raĂz indoeuropea, hace referencia a la encina. Fiel: el resistente, el sĂłlido que, con el paso por las lenguas germanas, lleva el tĂ©rmino a las expediciones devastadoras, a la tropa. Fue mĂĄs tarde que el sentido derivĂł en confianza, de manera tal de incorporar dicho vocablo al ĂĄmbito religioso, al credo.
El libro Infieles de Ana Arzoumanian propone una escritura sobre un borramiento, sobre las estrategias de un régimen de seguridad interior estallando en los cuerpos.