El amor secreto del conde Fernán González
Hildegarda, que había sido criada por un brujo, asumió con valentía ser la elegida para construir el arma secreta que ayudaría a recuperar Hispania de las garras de los impíos agarenos, aunque cumplir con el destino que le habían marcado la llevaría a perder al gran amor de su vida; el amor del conde Fernán González.
En la batalla de Simancas, los cristianos demostrarían su arrojo empuñando la cruz, luchando con entrega hasta alcanzar el triunfo de la fe verdadera.