El libro que todo verdadero aficionado al fútbol querrá tener.
El Real Madrid se desafía a sí mismo. Todo está a su alcance. Nada le es imposible. Una vez más, ha doblegado situaciones inverosímiles que le han permitido ganar el doblete Champions-Liga con una autoridad absoluta. La competición europea, su competición, la conquistó sin perder ningún partido. Nunca lo había conseguido en las 14 anteriores. La Liga, la 36 en su historial, con cuatro jornadas de adelanto, siendo líder en 30 de las 38 jornadas y con un único encuentro perdido. Además, ha logrado los dos premios añadidos que lleva consigo el doblete: la Supercopa de España, tras derrotar al Atlético y al Barcelona en las semifinales y la final, y la Supercopa de Europa.
Este póker fantástico encierra haber superado una serie de circunstancias en forma de lesiones que lo revalorizan al máximo. Si la Decimocuarta fue la Champions de las remontadas agónicas, la Decimoquinta fue la de las lesiones fatídicas superadas: Courtois, Militao, Alaba, Bellingham, Vinicius… También será la Champions en la que un defensa de 1,73, Carvajal, marcó en la final un gol de cabeza ganándole el salto a un delantero 17 centímetros más alto que él; la Champions en la que un jugador cedido y que venía de Segunda, Joselu, se transformó con sus goles en el héroe de las semifinales; o la Champions del esfuerzo y el sacrificio que permitió superar el partido de vuelta en el Etihad de Manchester con un Lunin estelar…
En definitiva, seis Champions en diez años.