En noviembre de 2018 se cumplen cuarenta años desde el primer viaje oficial del rey de España a México, un año y medio después de que tuviera lugar en París la reanudación de las relaciones hispano-mexicanas, interrumpidas durante otros cuarenta años por motivo de la Guerra Civil española. Para España, aquellos eran tiempos de una difícil transición a la democracia, un delicado proceso donde el rey Juan Carlos I, en su condición de jefe del Estado, tuvo un papel determinante, entre otros tantos, en el proceso de redefinición de la política exterior española, de la mano de su ministro de Asuntos Exteriores Marcelino Oreja Aguirre.
Desde el primer momento, el reencuentro con México fue un objetivo prioritario, especialmente con la llegada a la presidencia de la República de José López-Portillo, un hombre que, además de su pragmatismo político, presumía de su criollismo y de su ascendencia genealógica del pueblo navarro de Caparroso.
Cuidando la contextualización histórica y haciendo un buen manejo de fuentes primarias, el presente libro aborda, entre otros aspectos, la biografía política de aquel joven monarca, sus hitos legitimadores tras la muerte del general Franco, la transición democrática española vista desde México y, de manera puntual, el protagonismo del rey de España en sus seis visitas a México (1978-2002), donde se analizan los múltiples temas de la agenda bilateral hispano-mexicana que fueron dando forma a la anatomía de las actuales relaciones bilaterales entre España y México, una herencia que recibió, y que desde su coronación ha comenzado a preservar, el actual rey de España Felipe VI.