Aquí se cuenta La historia de la monja alférez. Catalina de Erauso, hija del capitán Miguel de Erauso, era la menor de seis hermanos. A los cuatro años fue internada junto a sus tres hermanas en el convento de las dominicas de San Sebastián el Antiguo. Inadaptada y rebelde, la trasladaron al convento de San Bartolomé, de normas y clausura más estrictas.
Oprimida y vejada por una de las religiosas, Catalina huyó del monasterio con quince años sin haber llegado a profesar. Tras abandonar el convento, se vistió como hombre y se fue a América, donde alcanzó el grado de alférez.
Mató en duelos y reyertas a muchos hombres, entre ellos a un hermano, y tuvo varios escarceos amorosos con otras mujeres. Fue detenida en Perú y condenada a muerte tras otra de sus habituales trifulcas. Entonces se supo que era virgen y el obispo de la región la perdonó.
De regreso a España fue recibida por el rey Felipe IV, que respetó su grado militar y l@ autorizó a usar nombre masculino.
También el Papa le permitió vestir de hombre. Tras estas aventuras regresó a América, esta vez a México, abrió un negocio y vivió como hombre hasta su muerte.
Existen numerosas versiones de esta autobiografía entre ellas las de Juan Pérez de Montalbán y la de Juan Antonio Mateos, ambas publicadas en Linkgua. La historia de la monja alférez es un texto de referencia en los estudios feministas y sobre la condición histórica de la mujer.