Un hombre trata de encontrar sin éxito a lo largo de los años la Rue dAuseil, una estrafalaria y peculiar calle en
la que vivió durante un tiempo cuando era un joven estudiante de metafísica. Allí conoció a un anciano músico
alemán mudo llamado Erich Zann, que por las noches interpretaba desde su buhardilla en el piso superior a la
habitación del joven, unas melodías tan extrañas y sobrecogedoras, que el estudiante no pegaba ojo en toda la
noche dejándose llevar por esta música, que jamás había escuchado antes, Poco a poco, su fascinación por el
misterioso músico va en aumento, e intenta entablar una amistad con él, pero Zann le permite entrar en pocas
ocasiones a su cuarto, y siempre parece aterrado por algo que hay al otro lado de la ventana cubierta por unas
gruesas cortinas. 2 Hechos tocantes al difunto Arthur Jermyn y su familia: La historia de Arthur Jermyn y la de
sus antepasados es algo siniestro que los vecinos y lugareños tratan de olvidar y fingir que nunca sucedió. El
tatarabuelo de Arthur, Wade Jermyn, fue un intrépido explorador que viajó a la selva de Congo en su juventud,
y volvió contando delirantes y perturbadoras historias acerca de las ruinas de una ciudad en medio de la selva,
y de extraños seres híbridos entre simios y humanos que la habitaban. Con su tatarabuelo comenzó un linaje
de locura transmitido a todos sus descendientes, que fueron protagonistas de historias terribles, hasta llegar
a Arthur Jermyn, que una noche se roció de gasolina y se prendió fuego a sí mismo, tras ver el contenido de
una misteriosa caja proveniente de África.