Como el escritor ruso AntĂłn ChĂ©jov, Katherine Mansfield estaba especialmente dotada para narrar las sutilezas del gĂ©nero humano. Se cuenta que, tambiĂ©n como ChĂ©jov, la tuberculosis, dolencia de la que estaba aquejada la escritora, y que le ocasionĂł la muerte a los treinta y cuatro años, fue sin duda el origen de su particular visiĂłn del mundo, que siempre estuvo sujeta a una sensibilidad extrema. Pietro Citati la define como una «cerĂĄmica de Oriente», y nos introduce con maestrĂa en su delicado mundo. Unida sentimentalmente al famoso crĂtico inglĂ©s John Middleton Murry, con quien se casĂł en 1918, Mansfield tuvo una vida breve, en efecto, pero sus relatos como escritora son uno de los logros literarios mĂĄs interesantes de la primera mitad del siglo xx.