Lo habÃan contratado para vigilar a la hermana de Claire Winston, pero Quinn Gerard se dio cuenta de que estaba siguiendo a la mujer equivocada cuando se encontró cara a cara... y cuerpo a cuerpo con Claire.
Sabiendo que, tarde o temprano, Claire lo conducirÃa hasta su presa, el valiente investigador decidió no separarse de ella, pero al hacerlo, estaba arriesgando mucho más de lo que imaginaba. Porque la encantadora Claire, con sus secretos, habÃa llegado a lo más hondo del duro Quinn. Y, una vez hubiese acabado el trabajo, Quinn no sabÃa cómo podrÃa alejarse de ella.Asà eran las reglas... estaban hechas para romperse.