La furia puede ser mĂĄs grande que el enojo, mĂĄs roja que la tristeza, mĂĄs pesada que el resentimiento. Puede ser mĂĄs feroz que la rabia y mĂĄs duradera que un berrinche. Es una emociĂłn fuerte y difĂcil, aunque a veces, frente a las injusticias o los malos tratos, aparece y resulta imposible contenerla.
Liliana Bodoc nos cuenta en este libro su primer dĂa de furia, ese en el que fue testigo de la humillaciĂłn de su gente querida. Pero tambiĂŠn nos descubre una extraordinaria posibilidad: la de conjurar la furia con el poder de las palabras.