Con este libro, Mi generación y el deporte nos unen, quiero demostrar que todos somos iguales y que, a través del deporte, los personajes con sus aventuras y anécdotas pueden llegar a conseguir la FELICIDAD, pues para mí es la esencia de la vida. De esta lectura obtendrás momentos tiernos y otros muy divertidos, incluso a veces a través del monólogo, que harán brotar tus lágrimas y la más sincera de tus sonrisas pues, sobre todo, con su disfrute aprenderás que la sencillez, la bondad y la humildad, como demuestro, son la clave del respeto a las personas. Se trata de recuerdos y vivencias del día a día de una persona junto a un grupo de chavales que pertenecen, en este caso, a un equipo de fútbol. Todos son diferentes pero, al final, todos reman hacia el mismo lado. Es un libro hecho para todos, desde padres hasta hijos, y demuestra que no hay tanta diferencia entre mi generación y las demás, pues al final a todos nos unen siempre los sentimientos que brotan de nuestro corazón. El deporte es una fuerza que nos une y, a raíz de ello, podemos mejorar en muchos aspectos de nuestra vida, como demuestro en este libro. Hago un repaso a mi generación a través de recuerdos y desde un punto de vista muy cómico; por ello, este libro os gustará y disfrutaréis como yo lo he hecho escribiéndolo. Espero que disfrutéis y saquéis todo el partido posible de él, que os sirva de ayuda y, por último, quiero daros las gracias a todos. Mi nombre es David Toledo Solorzano. Nací en Madrid en el año 1976; soy una persona a la que le gusta mucho el deporte y, además de todo esto, valoro el trabajo en equipo, como se puede demostrar en este libro. Tengo un amor especial a la lectura y escritura, lo que me ha hecho escribir esta obra con todo el cariño y amor que me dan mis seres queridos. Quisiera, por tanto, reflejar mi agradecimiento y darles las gracias en estas líneas a una serie de personas por su cariño y apoyo diario. A toda mi familia, empezando por mi mujer y mis hijas; quiero hacer mención especial a Pedro y Mari Paz, que me ayudan y demuestran que aún existe la amistad de corazón; ya todos mis amigos y compañeros de trabajo que me apoyan; gracias a mi monitor de yoga y compañeros, que me ayudan día a día. A Cristina, por escucharme y ayudarme; y, por último, a Olga, una persona que me ha apoyado en este proyecto desde el principio y que ha sido una ayuda y un apoyo desde el día en que la conocí. Muchas gracias a todos los que están siempre junto a mí y que aprecian la amistad de una manera especial.