En la perspectiva de Husserl, la definición y la caracterización fenomenológica de las nociones naturaleza y espíritu —y sus complejas relaciones mutuas—, son la única base posible para enfrentar muchos de los problemas más difíciles y más discutidos en toda la historia de la filosofía. No se trata sólo de delimitar con precisión dos ámbitos de ser distintos y de fundamentar la separación de las ciencias que los estudian. Se trata de comprender también la cuestión vital de la libertad y el sentido de la teleología que permea el quehacer cultural humano. El objetivo de fondo es adentrarse en la situación humana, colocada entre la ciega causalidad de la naturaleza y su indudable capacidad de plantearse fines y determinarse y modificarse culturalmente —esto quiere decir: espiritualmente— a sí mismo y a su mundo circundante.
Las meditaciones fenomenológicas de Husserl sobre la temática que se concentra en ese simple título de "Naturaleza y espíritu" adquieren en nuestros días una significación y una trascendencia extraordinarias. Ellas pueden ayudar al pensamiento contemporáneo en la seria crisis cultural que enfrenta y cuyas múltiples facetas ponen en juego el sentido y el fin de la misma cultura científica y filosófica, junto con la existencia de la vida humana y la vida natural sobre la Tierra.
La traducción castellana de Antonio Zirión Quijano del Curso del Semestre de Verano de 1919 —el texto principal del volumen— se publica aquí por vez primera.