Esta es la historia de nuestro amigo Jorge, aunque el verdadero protagonista es Dios. Porque fue Dios el que, con mucha habilidad y amor, llenó de luz cada acontecimiento, para que aquel chico que se llama Jorgito fuera con el tiempo Jorge, después monseñor y cárdena Jorge Bergoglio, y ahora el Papa Francisco. En esta historia todos los lectores, mirando a aquél chico, podemos dejarnos amar por Dios y amar mucho a todos, y ser como él es hoy: una sonrisa de Dios para el mundo.