Luke Crandall sabía cómo tratar a una mujer, pero no tenía ni idea de qué hacer con la adorable cosita que lloraba a grito pelado en sus brazos. Así que necesitaba a alguien que lo ayudase.
En la encantadora Sydney Reede encontró una mina de oro. Era capaz de cambiar un pañal en sólo dos segundos y hacer callar a la pequeña llorona.
Y mientras las tareas de hacer mimos y cambiar pañales empezaban a convertirlos en una familia, los días de soltero de Luke pasaron a ser un lejano recuerdo. Pero una vez que ya se desenvolvía en el mundo infantil, ¿no había llegado el momento de probar el mundo del matrimonio...?