ÂĄNunca te rindas!
El señor y la señora Crawfield tienen un negocio desde 1990. DespuĂ©s de casarse en 1989, la pareja enfrentĂł problemas financieros, ya que ambos perdieron sus trabajos debido a debido a la repentina muerte de su apreciado jefe. La imprenta en la que ambos trabajaban tuvo que cerrar debido a que su jefe no tenĂa ningĂșn heredero para hacerse cargo del negocio.
Los Crawfield estaban tambiĂ©n esperando su primer bebĂ© durante este periodo complicado. Luego, un dĂa la joven y embarazada mujer tuvo una fantĂĄstica idea, como enviada del cielo. Su bebita llegĂł al mundo en abril de 1990 y un mes despuĂ©s, la joven pareja iniciĂł un negocio de caridad llamado ânuestras puertas estĂĄn abiertas para ustedâ y con la ayuda de otras organizaciones locales, ellos finalmente pudieron establecer su propia propio negocio familiar, el cual es operado por la orgullosa mamĂĄ, el cariñoso papĂĄ y su hermosa hija Mimie.
Una hermosa experiencia de vida
creada por Melisse Editions
CapĂtulo 1
Diciembre, 1990 â La magia estĂĄ en el aire
Son las 7:30 en una mañana soleada de la primera semana de diciembre en el OcĂ©ano PacĂfico. La pequeña Millie tiene ahora 9 meses y estĂĄ cada vez mĂĄs y mĂĄs juguetona. Ella es una niña muy adorable e irresistible, amada por todos los que la rodean. Mami y papi son muy afortunados por recibir el regalo de la angelita Millie.
El trabajo de la pareja Crawfield estĂĄ floreciendo mĂĄs que nunca ahora con la Navidad que estĂĄ a la vuelta de la esquina. Su pequeña tienda se llenĂł completamente con regalos de artesanĂas navideñas y decoraciones de sus proveedores locales, pero la señora Crawfield no quiere postres comerciales y pan de jengibre para su tienda. âCariño, necesitamos hacer esto nosotros mismos por nuestra iglesia y la comunidad que nos apoyaâ le dijo ella a su esposo.
Dos dĂas antes de Navidad
Como lo planeó la amorosa señora Crawfield y con la ayuda de Cathy, Jenny, Liz, Mary-Anne y Britney se alistaron docenas de postres navideños y cerca de 100 pedazos de pan de jengibre fueron dulce e individualmente empaquetados para agradecer a cada cliente que ingresaba a su tienda, asà también sus vecinos y miembros de la comunidad. El papå de Millie era el hombre mås orgulloso en la tierra por la generosidad de una hermosa esposa y su linda hija que celebraba su primera Navidad con ellos ese año.