Para un discípulo, encontrar a su Maestro es encontrar a una madre que acepta llevarlo nueve meses en su seno para hacerle nacer al mundo espiritual. Y una vez que ha nacido, es decir, que se ha despertado, sus ojos descubren la belleza de la creación, sus oídos oyen la palabra divina, su boca saborea alimentos celestiales, sus pies le llevan a los diferentes lugares del espacio para hacer el bien, y sus manos aprenden a crear en el mundo sutil del alma.
El trabajo alquímico o la búsqueda de la perfección
Omraam Mikhaël Aïvanhov
bookAcuario: llegada de la edad de oro
Omraam Mikhaël Aïvanhov
bookLa alquimia espiritual
Omraam Mikhaël Aïvanhov
bookEl camino hacia la fraternidad, de lo individual a lo universal
Omraam Mikhaël Aïvanhov
bookLa naturaleza, vivimos en ella y ella vive en nosotros
Omraam Mikhaël Aïvanhov
book¿Qué es ser un hijo de Dios?
Omraam Mikhaël Aïvanhov
bookCaminad mientras tengáis luz
Omraam Mikhaël Aïvanhov
bookLa risa del sabio
Omraam Mikhaël Aïvanhov
bookLa Balanza cósmica: el número 2
Omraam Mikhaël Aïvanhov
bookEn las fuentes inalterables de la alegría
Omraam Mikhaël Aïvanhov
bookLa fe que mueve montañas
Omraam Mikhaël Aïvanhov
bookLa piedra filosofal: de los Evangelios a los tratados alquímicos
Omraam Mikhaël Aïvanhov
book