Los grandes avances de la medicina y la cirugía ofrecen, cada vez más, la posibilidad de salvar vidas y de mejorar considerablemente su calidad gracias al trasplante de órganos. Sin embargo, esto abre un complejo debate ético entre el derecho de los enfermos a la mejor atención médica y el derecho a la integridad corporal de cada persona.
En la actualidad, hay muchos más pacientes esperando un trasplante que donantes. Esto ocasiona que, en muchas sociedades, se considere automáticamente a cada difunto como donante de órganos si no hay una declaración explícita de no donar. La situación se torna aún más compleja cuando el objeto del debate son los órganos de personas vivas.
En este libro, el autor trata de dar respuesta a las numerosas cuestiones que se plantean alrededor de la posibilidad de un sistema de compra y venta de órganos. Se trata de una obra fundamental, en un momento en que la política ya no puede seguir ignorando este tema, sino que debe legislar sobre él en consonancia con nuestra visión sobre el cuerpo y el ser humano.