El agrarismo en el estado de Veracruz fue uno de los más importantes movimientos sociales en México durante las primeras décadas del siglo xx. Como tal, fue un rico manantial de representaciones culturales que, a su vez, revelan la formación y la transformación de identidades campesinas en un contexto altamente conflictivo. Con el fin de revalorar las memorias fragmentadas de esta experiencia, este libro examina diversas fuentes: solicitudes de tierra y otros documentos oficiales|prensa y publicaciones campesinas|corridos, sones y décimas, junto con el contexto performativo del fandango|memorias y testimonios de participantes|y textos literarios que se acercaban a la experiencia agrarista de la época.
A través de estos artefactos, la autora explora el movimiento campesino como vanguardia rural que radicalizó el campo en diversos actos de expresión y de autorrepresentación. Partiendo de la heterogeneidad del agrarismo y de sus participantes, introduce debates teóricos sobre discurso y performance, así como planteamientos en torno a la construcción de la memoria colectiva, proceso que abarca la selección y el olvido. De este modo, el libro aborda al campesinado veracruzano como actor social imbricado en procesos de construcción cultural, sujeto clave de la historia mexicana regional y revolucionaria.