Un año después de quedarse viuda justo el mismo día de su boda, Maud decide volver a su hogar en Norwich. Cuatro años habían pasado desde que se fue a Londres con Dick, el que fue su marido. Sin embargo, para Sally, la mejor amiga de Maud por aquel entonces, nada de lo que ocurrió le parece normal ya que antes de irse, Maud había estado profundamente enamorada de Max, amigo de Dick.