Un equis reportero de periódico parroquial que se llama Domingo Siete se animó –según dice él– a entrevistar a Nuestra Señora, un día que no encontraba a quién hacerlo. Él sostiene que si uno medita sobre María y habla con ella, es como entrevistarla.
El caso es que, de su aproximación a la Madre de Jesús, y preguntándole cómo era su hijo de niño, o cómo habían sido las Bodas de Caná y otras muchas preguntas -algunas un tanto indiscretas resultó UN NUEVO EVANGELIO APÓCRIFO, como aquellos que –con muy buena voluntad y muy poco sentido de lo histórico– hacían los primeros fans de Jesús.
Esto es lo que dice él. Pero usted podrá preguntarse si no será lo del refrán mexicano: que Domingo Siete SE HACE QUE LA VIRGEN LE HABLA, CUANDO NI LE PARPADEA.