Inicialmente, este estudio se propuso contrastar los procesos de conformación de la identidad y la subjetivación en universitarios indígenas y urbanos a partir de la psicología, la filosofía y la sociología, implementando metodologías de primera, segunda y tercera persona. El curso de la investigación generó un efecto de serendipia, porque, de manera imprevista, transformó un panorama enfocado en el sujeto en un panorama cosmogónico. Esto exigió revisar las nociones de Yo, identidad y subjetivación a la luz de algunas culturas ancestrales para no distorsionar las vivencias de los estudiantes indígenas, ni perpetuar la desvalorización histórica de sus marcos de referencia.
Es evidente que no se trata solo de negociar entre culturas la definición de la realidad, sino de saber cómo se constituye esa realidad a través de los variados modos de ocupar un lugar en el mundo. La democracia del conocimiento implica darle un estatus simétrico a las cosmovisiones de los pueblos originarios y a las epistemologías de Occidente con el fin de avanzar en la interlocución multicultural, en vez de determinar la exclusión mutilante de una de esas visiones, desde la verticalidad arbitraria de algún poder.