Hace unos años, Linda Kinstler se enterĂł de que un hombre que llevaba dĂ©cadas muerto âun nazi que habĂa pertenecido al mismo comando asesino que su abueloâ era objeto de una investigaciĂłn judicial en Letonia. Se trataba de Herberts Cukurs, el «carnicero de Riga», un cĂ©lebre aviador que, tras la Segunda Guerra Mundial, huyĂł a Brasil hasta que el Mosad lo asesinĂł en 1965. Debido a la desidia de la fiscalĂa y al blanqueamiento de la biografĂa de Cukurs en nombre del orgullo patrio, existĂa el riesgo de que el proceso desembocara en su absoluciĂłn. Como sucedĂa en otros lugares de Europa, algunos hechos incontestables y arduamente probados del Holocausto eran puestos en tela de juicio al mismo tiempo que morĂan sus Ășltimos supervivientes, es decir, sus Ășltimos testigos legales.
Guiada por las reflexiones del estudioso Yosef Yerushalmi, que se pregunta si el antĂłnimo del olvido no es la memoria sino la justicia, Kinstler investiga la historia de su familia y se sumerge en los archivos de diez paĂses para reflexionar sobre los desafĂos legales y morales que presentan los crĂmenes del nazismo en pleno siglo xxi. ÂżCĂłmo defender la verdad y la dignidad de las vĂctimas cuando se apagan sus voces? ÂżQuĂ© papel le corresponde a la justicia en una Ă©poca en que, al amparo de ideologĂas ultranacionalistas, proliferan la negaciĂłn y el revisionismo?
«Indagar en el pasado es someter la memoria de los antepasados a una suerte de juicio. En esta ocasiĂłn, el juicio vino a mĂ, o al menos el espectro de un juicio.» Linda Kinstler