En 2015 se reportó por vez primera una epidemia de Zika en Brasil. Los factores de riesgo en las Américas para la transmisión vectorial no han sido controlados, lo que ha determinado la coexistencia de Zika y otras enfermedades con patrones endemoepidémicos. La expansión de esta dolencia ha ocurrido con rapidez y está determinada por factores ambientales que favorecen la proliferación de los mosquitos del género Aedes y que, además, determinan la incidencia de dengue.