Vidas Ilustradas
Con prĂłlogo de Elena Furiase El arte de Lola Flores fue prematuro: a los cuatro años ya levantaba aplausos y olĂ©s de los clientes mientras zapateaba en la barra del tabanco que regentaba su padre. Debutante a los diecisĂ©is en el teatro y un año mĂĄs tarde en el cine, no tardĂł en colarse en nuestros corazones, cautivĂĄndonos con su carisma, su naturalidad y su manera apasionada de vivir. Porque Lola Flores viviĂł como ella quiso: sin guiones, sin barreras, libre y valiente. A su talento para el arte y para la vida traza aquĂ Sete GonzĂĄlez un entusiasta homenaje rebosante de temperamento, de desparpajo, de alegrĂa, como la Faraona.