Si tenía que escribir sobre fantasías románticas... tendría primero que explorar las suyas
Aquel hotel sólo para parejas y aquel lugar tan pequeño que tenía que compartir con el sexy fotógrafo Jake Dawson sólo podía desembocar en algo muy tórrido. La periodista Glynna McCormick estaba tratando de dejar de ser una niña buena y dejar salir su lado secreto y más sensual. Quizá, con la ayuda de Jake, fuera capaz de lanzarse...
Lo que no esperaba era que al volver al mundo real no desapareciera la química que había surgido entre ellos. Ninguno de los dos tenía el menor interés en mantener una relación seria, así que podrían disfrutar de una aventura sin compromisos y sin límites. Pero parecía que su pasión no iba a desaparecer nunca...