Julia 1002
El ojetivo del detective Patrick Keegan era la señorita Mari Lamott. En apariencia dulce e inocente, esa pequeña seductora era una astuta timadora. Parecía que cada vez que Patrick le daba la espalda, planeaba algo, desde engatusar a su abuela hasta... bueno, era mejor guardar algunas cosas en secreto.
Su misión consistía en devolverla al buen camino, aunque ello significara pasar cada minuto del día…, y de la noche, a su lado.