El lenguaje, los pensamientos y las emociones nos organizan como individuos en la convivencia en sociedad. Las formas social e individual de existencia de los seres humanos están íntimamente entrelazadas. Desde una perspectiva de larga duración, se puede sostener que las experiencias subjetivas afectivas son interdependientes de la estructura social. Lo cual nos permite proponer un enfoque socio-psíquico e histórico-cultural de las emociones que las inscribe en el contexto de las dinámicas y transformaciones materiales y simbólicas de una determinada sociedad.
Así, el estudio de las experiencias sentimentales y sensibles involucradas en los procesos de escolarización, y de aquellos que se sitúan más allá de la escuela, posibilita reafirmar su importancia para la construcción de marcas subjetivas. Este libro representa, entonces, una apuesta explícita por reivindicar la amorosidad para la comprensión y profundización de los vínculos intersubjetivos y generacionales que se fabrican en la trama educativa. Reúne una serie escogida de trabajos originales de referentes internacionales que, desde enfoques multidisciplinarios, posibilitan visibilizar, mediante aproximaciones epistemológicas, teóricas y empíricas, que la emotividad es constitutiva de la génesis y de la organización subjetiva que caracteriza a los procesos y a las prácticas pedagógicas.