Todo comenzó cuando el sueño de Ethan se hizo realidad; salir del lugar donde había estado recluido durante muchos años. Personas misteriosas y hechos escalofriantes comenzaron a desembocarse en su camino apenas puso un pie en la calle Forest 17, el lugar donde se suponía que tendría una vida feliz y ejemplar junto a Brittany, su nueva tutora.
Hasta que la trágica noche llegó: Ethan pudo presenciar cómo una persona vestida de negro asesinó a sangre fría a uno de sus nuevos vecinos, y así fue sucediendo con el resto de los integrantes de la calle y en los alrededores del pueblo. Las autoridades percibían los hechos como suicidios, no como asesinatos, muy diferente a las desesperadas declaratorias que Ethan hacía ante todo el mundo.
Secretos desbastadores van atándole sus manos hasta acorralarlo en el lugar que la siniestra persona de negro lo desea tener; un espacio oscuro, frío y solitario, donde sus gritos no tengan ecos y sus lágrimas sean sangre.