"La capilla en penumbras. La cruz. Solos los dos en la escalera. Su cuarto. La tele con un filtro azulado. Su olor a sucio. Sus gruesos anteojos verdosos. El ruido al cerrar la puerta".
Esto sucede en un prestigioso colegio de Hermanos Cristianos.
Nadie advierte nada. Los chicos son vejados bajo la terrible amenaza de que, si lo cuentan, serán castigados con el infierno.
Hoy el infierno sale a la luz tras cuarenta años de silencio con el valiente testimonio de una de sus víctimas, Rufino Varela. El exrector del colegio, John Burke, y otros directivos lo quieren acallar con tratamientos psiquiátricos; la publicación en un diario enciende la polémica, recibe amenazas, pierde su trabajo, recibe un llamado del papa Francisco y presenta una denuncia ante la Justicia.
Newman pone en primera plana la cadena de manipulaciones y encubrimientos de abuso de poder, abuso de conciencia y abuso sexual, y las cifras espeluznantes de víctimas de la Iglesia en el mundo entero. Hacerlo público sienta un precedente para que se pierda el miedo de conocer la verdad, para romper el cerco de impunidad, para que estos delitos no se toleren y nunca más sucedan.