Stuart ama a Judy desde que a su regreso de Bristol llegó a Irlanda y encontró a una muchacha morena de grandes ojos negros, convertida en mujer. Ella, que lo ignora, cree que son de personalidades totalmente opuestas y no ve más allá de una mera relación de amistad. Por un malentendido y por el qué dirán, la madre de Judy, Marie Eden, aun sabiendo su opinión y sentimientos, la obliga a casarse con Stuart quien promete dejarla libre si se enamora de otro hombre...