Un vaquero solitario se interponía entre Sara Shepherd y sus vacaciones.
¡Aunque Sara no estaba segura de si quería que Mac Wallace se apartara de su camino! Si de verdad quería irse, ¿por qué se había quedado a ayudar al vaquero y a sus hijos cuando ya tenía su camioneta arreglada?
Lo cierto era que a Mac le habría gustado que Sara comenzara a cuidar de su casa y de sus hijos, pero quizá deseara que le prestara más atención a él. Y cuando ella lo hizo, Mac cayó locamente enamorado de Sara. ¿Qué podría hacer para retenerla a su lado? Quizá le bastara con decirle cierta cosa...