Una mujer decide reinventarse y comienza a reconstruir, poco a poco, los recuerdos alterados por su memoria. Es en esa línea imperceptible, que divide lo real de lo ilusorio, que su vida se vuelve totalmente vertiginosa.
La niñez, la adolescencia, la muerte, los lazos familiares y los sueños, son solo algunos interrogantes que la desarticulan y la convierten en un rompecabezas de piezas perdidas. Su decisión de alejarse de los lugares comunes solo la lleva a habitar una soledad abrumadora que se hace carne y lo contamina todo a su alrededor, cubriéndolo de desolación y dolor.
En esta novela breve, pero intensa, Cecilia Azzolina le da vida a un personaje que se sumerge en lo más profundo de su ser para sanar las heridas, intentar recuperar el amor propio y, sobre todo, para rescatar su verdadera identidad.