¿Semejante desastre podría ser lo mejor que les hubiera pasado en sus vidas?
Cuando Ripp McCleod, el ayudante del sheriff, la rescató de un accidente de coche, Lucita Sánchez pensó que era un hombre con el que una mujer podía contar; un hombre que no traicionaría a su esposa y la dejaría sola para criar a su hijo. Sin embargo, mientras Ripp investigaba su "accidente" se dieron cuenta de que alguien la asediaba, y de que el pequeño también podía estar en peligro.
Aunque Ripp había jurado proteger a Lucita con su vida, tenía reparos en ofrecerle su corazón. Aun así, la orgullosa y vulnerable heredera de una familia de rancheros estaba decidida a retenerlo a su lado.