Julia 951
Jenny Forrest estaba convencida de que el mundo conspiraba contra los solteros.
La solución sería encontrar a alguien, más o menos atractivo, y al que no le interesaran las relaciones estables, pero que estuviera dispuesto a defenderla de parientes cotilla, ex novios irritantes y bien intencionadas casamenteras.
Ken Parks era el hombre ideal para desempeñar aquel papel. Atractivo, encantado y poco amigo de compromisos... era el acompañante perfecto. O eso creía Jenny, hasta que se dio cuenta de que sus besos eran de todo menos fingidos y que el brillo "amistoso" de sus ojos prometía mucho más...