La obra de Iván Darío Arango en el campo de la filosofía política muestra las características del buen trabajo filosófico: delicadeza en la exposición para darle claridad a la escritura y cuidado en el razonamiento; conocimiento, uso y actualización de los pensadores clásicos. De modo más particular, en Arango es destacable la apertura constante a los aportes de las ciencias sociales –en especial, la sociología– y la conciencia de la propia situación histórica como colombiano.
Sus obras recientes constituyen la mejor reflexión nacional sobre la democracia. Esta preocupación intelectual ilustra su personalidad y temperamento.