Muchos de los proyectos pedagógicos, bien sea de educación básica o universitaria, centran sus esfuerzos solo en la faceta cognitiva de los estudiantes y olvidan la importancia de los aspectos convivenciales, comportamentales y actitudinales dentro de sus currículos, y esto hace que todo se convierta en un círculo vicioso en donde la integralidad de la persona pierde relevancia, e incluso validez.
En esta línea, la presente investigación procura ser pionera en el desarrollo de un programa modelo que posibilite la implementación, dentro del currículo, de un espacio plenamente estructurado para detonar el pensamiento reflexivo-creativo en los estudiantes, a través de actividades artísticas, facilitando el trabajo directo con el material interior —emociones, pulsiones, ideas inconscientes, ideas creativas…— de cada individuo.