Finales del siglo XXI. Bajo las cadenas de una sociedad terriblemente desigual, Daniel Trujillo, persona involucrada en quehaceres públicos, mantiene abierta, en el verano de 2.085, una investigación sobre las extrañas consecuencias del accidente de un niño ocurrido dos años antes. Aquel percance provocó su desgracia al quedar situado en el punto de mira de un Sistema perverso; sistema que, al mismo tiempo, atrapa a otro niño, al unir ambos destinos en una espiral de dolor y de muerte. Ahora, en la Cala de Ombriu, el azar reúne, este mes de Junio, a la mayoría de personajes de nuestra historia.
Daniel Trujillo se pregunta hasta donde puede llegar la ambición del Poder… Teme que quizás sea capaz de inventar algo todavía más aberrante que el incalificable mercadeo de órganos humanos…
¿A qué niveles de deshumanización puede arrastrar la desigualdad social?
La trama de la novela se combina con escenas entrañables del día a día, que proponen entrever un resquicio de esperanza.
El autor nos traslada a 2.085, sin pretensiones de adivinar, ni establecer, estridencias futuristas ni suposiciones aventuradas; no es el propósito que se persigue.