Un juez casi anciano, enviado por el gobierno de un paĂs, debe resolver un crimen en una lejana isla en el fin del mundo , o pedazo de tierra que ni el mismo gobierno sabe que existe, pero como es parte de su territorio debe hacerse justicia. AllĂ este juez se encuentra con una gente y una sociedad de la que nadie tenĂa idea. Construida solo con los deshechos que un barco de la marina de ese paĂs ha ido a botar allĂ cada seis meses durante 100 aĂąos. Una historia contada tambiĂŠn con humor, quizĂĄ a la manera de una comedia del siglo de oro.
Novela corta que comienza con esta oraciĂłn: "Nuestra isla no ha estado muy alejada de los lugares donde marcha de otra manera la historia de la humanidad, sino que nadie se ha interesado por nosotros".