El funcionamiento de una democracia depende en gran medida del comportamiento y la capacidad de los partidos políticos para representar los intereses de los ciudadanos y elaborar alternativas políticas. Para ello, los partidos deben desarrollar sus programas, construir estructuras organizativas eficaces, ofrecer a sus miembros una participación activa en las decisiones internas del partido, poner su financiación sobre una base sólida y transparente, mantener un estrecho contacto con los grupos sociales, informar abiertamente sobre sus objetivos e intenciones, planificar eficazmente las campañas electorales y, no en último lugar, contar con líderes que se distingan por su competencia y por el respeto de los principios éticos que exige el ejercicio de la política en representación de los ciudadanos.
La presente obra ofrece una introducción completa y de fácil lectura al mundo de los partidos políticos. Basándose en su rica experiencia internacional, el autor consigue comparar la evolución en diferentes países y regiones del mundo y formular recomendaciones prácticas concretas para la organización y eventuales reformas de los partidos.