Diversos objetos han sido testigos materiales de las experiencias de violencia y conflicto en América Latina. En este libro, aquello que está conservado en museos, en lugares ruinosos, en paisajes, en archivos, en cuerpos de agua o incluso en cuerpos humanos, ayuda a entender las adversidades ocurridas en nuestro continente. Investigadores e investigadoras de Argentina, Brasil, Chile, Colombia y México estudian el vínculo indisoluble entre materialidades, emociones y conflictos, lo que permite una lectura novedosa de procesos históricos, políticos y sociales que han marcado el destino de nuestros países.