El estudio de la relación de Agustín de Hipona con las fuentes clásicas ha sido un problema de dilicil abordaje en la historia de la filosofia, pues está conectado con la cuestión del uso que la cultura cristiana hizo de las fuentes filosóficas de la Antigüedad. En el caso de Cicerón, político y filósofo romano, los estudios que abordan su presencia en las obras de Agustín se han limitado a identificar los temas y herramientas comunes, sin llegar a formular cómo se apropian y se comprenden los motivos filosóficos clásicos. Entender las etapas, los elementos y el carácter de la influencia de Cicerón en el desarrollo vital e intelectual de Agustín es fundamental para acceder a una comprensión unitaria y profunda del pensamiento del Hiponense. Frente a la dificultad que presenta la vastedad de la obra agustiniana este libro se centra en tres periodos distintos y específicos, lo que permite mostrar que la influencia del Arpinate no se limita a la mera asunción de temas o modelos retóricos, sino que se trata de una relación que se mantiene durante toda la producción agustiniana: desde los primeros diálogos hasta una de las obras de madurez más importantes y estudiadas, el De doctrina christiana. Así pues, en este estudio comprehensivo se muestra que tanto las obras de Casiciaco como el De doctrina christiana se componen sobre la base de modelos clásicos ciceronianos y en permanente diálogo con el maestro latino.